La resina … qué poco sabemos de ti !!
Asistimos a un renacer de la producción de resina de nuestros pinares. Pero ¿qué es la resina? ¿para qué se utiliza? …
La resina
La resina es una secreción espesa, pegajosa y anaranjada de las coníferas, árboles entre los que se encuentran los pinos, enebros, sabinas y abetos. Es producida por el árbol para la cicatrización de heridas y como sustancia de reserva.
Un producción sostenible
En España la especie más utilizada para la obtención de resina ha sido el pino resinero ó negral (Pinus pinaster), pero también se ha resinado el pino carrasco (Pinus halepensis) y el pino laricio (Pinus nigra).
Cuando los troncos tienen un diámetro de 30 cm, lo que tiene lugar cuando superan los 50 años de edad, se puede iniciar el resinado. A mediados de marzo se inician las labores, que consiste en hacer unas incisiones en el tronco. Esta herida provoca la supuración de la resina, que fluye por la incisión y resbala por el tronco en donde es recogida en un recipiente, el pote, que se vacía cada 15-20 días.
Para estimular la producción de resina se moja la herida con un producto químico que lleva ácido sulfúrico al 30%.
Las incisiones, también llamadas picas, se inician por la parte baja del tronco y cada año se extienden hacia arriba. A los cinco años el resinero da por agotada esa cara del tronco e inicia nuevas incisiones en otra parte del tronco. Así procede sucesivamente hasta que el tronco queda rodeado por cinco surcos. En este momento se da por terminado el aprovechamiento resinero del árbol.
Los árboles son productivos entre 25 y 50 años, por lo que tienen un turno de 100 años.
Cada resinero trabaja una porción del bosque, denominada mata, en donde hay unos 4.000-5.000 pinos de los que obtiene entre 1,7 y 4 kg de resina al año.
La resina en bruto, tal como la cosechan los resineros, se denomina miera. Se traslada a unas instalaciones en donde se somete a un proceso de destilación y posterior depuración que da lugar a una porción sólida, la colofonia, y otra líquida, la trementina.
Colofonia y trementina
A pesar del extraordinario desarrollo de la industria química, la colofonia y la trementina no han podido ser sustituidas por productos artificiales y su producción mundial está en aumento. Esto se debe a sus múltiples aplicaciones.
Hoy en día de la colofonia base se obtienen más de 50 colofonias modificadas, con aplicaciones para tintas de impresión, productos para la fabricación del papel, adhesivos, tintas, barnices, esmaltes, pinturas, compuestos para gomas, impermeabilizantes, productos de limpieza, polímeros termo-resistentes, bebidas, goma de mascar, productos para el control de plagas (naftalinas y derivados), etc.
La colofonia también se utiliza en la industria farmacéutica para la obtención de medicamentos anti-ulcerosos y antibacterianos, así como para la liberación lenta de fármacos. En los últimos años se le han descubierto aplicaciones antivirales, anticancerosas e incluso para el tratamiento del SIDA.
Por su lado la trementina, también conocida como aguarrás, además de su aplicación como disolvente y en la industria química, es utilizada como aroma alimentario, para la elaboración de fragancias y aromas, etc.
España: 10% de la producción mundial
El método de resinación moderno, que no conlleva la muerte del árbol, surge en Francia en 1843 y más tarde se extiende por España. En 1898 se funda la Unión Resinera Española, que adquiere 67.000 ha de pinar y llega a tener 75 fábricas distribuidas por todo el país.
Las provincias con mayor producción de resina fueron Segovia, Avila, Soria, Burgos, Guadalajara y Cuenca. Algunos de los parques naturales actuales han sido grandes productores de resina, tal es el caso del Valle de Iruelas, Gredos, Hoces del Duratón y el Cañón del río Lobos, donde todavía existen interesantes reminiscencias de estos aprovechamientos, como es el caso del poblado de las Cruceras en el Valle de Iruelas, hoy convertido en centro de interpretación y de turismo rural.
Hasta los años 80 la resina fue un importante subproducto forestal en España, que llegó a producir el 10% de la producción mundial, alcanzando la máxima producción en 1961, con unas 55.000 Tm. Pero poco a poco los subproductos de la miera fueron sustituidos por productos químicos y gran parte de la producción nacional fue sustituida por miera procedente de otros países , con mano de obra más barata, por lo se redujo la producción nacional hasta quedar como actividad meramente testimonial.
El renacer del resinado
Sin embargo, a partir de 2010 hay un renacer de la actividad como consecuencia del incremento de los precios de la miera y el incremento del mercado de productos ecológicos y sostenibles.
Un reflejo de este renacer es que la producción de resina se ha incrementado en España de 1.443 Tm en 2008 a 12.000 Tm en 2014, y con ello el valor de su producción se ha multiplicado por ocho, pasando de 1,5 a 12,3 millones de euros.
Esto ha sido posible con la reactivación de miles de hectáreas de pinar, sobre todo en Castilla y León, lo que ha dado lugar a la creación de varios cientos de nuevos puestos de trabajo. Se estima que el 75% de los resineros obtienen unos ingresos medios de 600-900 euros al mes y el 25% de entre 900-1200 euros mes en los ocho meses que dura la campaña, generalmente de marzo a octubre. En cualquier caso se trata de un complemento económico significativo que fácilmente puede compatibilizarse con otras actividad, lo que explica el resurgimiento de la actividad.
El renacer de este mercado y la existencia de miles de hectáreas de pinares susceptibles de ser resinados auguran un gran porvenir a esta actividad, que se estima podría llegar a producir más de 50.000 Tm anuales.
Otras resinas
La brea natural: la pez
La brea vegetal, más conocida como la pez, es una sustancia pegajosa de color oscuro que se utilizaba como impermeabilizante. Fue muy utilizaba en construcción naval para impermeabilizar los barcos con casco de madera, por lo que tuvo una importancia estratégica para la Marina hasta el S XIX, cuando surgen los cascos de metal. También se utilizaba para impermeabilizar el interior de los odres y botas de vino.
Era extraída por los pegueros, para lo que utilizaban los tocones de los pinos de donde se obtenían las teas, astillas de madera impregnadas en resina. Las teas eran sometidos a un lento proceso de combustión hasta extraer la pez. Su importancia estratégica era tal, que el Rey Carlos IV creó una Real Fábrica de Betunes en Quintanar de la Sierra, en Burgos.
Especies no comerciales
Las sabinas y enebros, como coníferas, también producen resinas, pero no las supuran en cantidad como los pinos, por lo que tienen menor interés comercial. No obstante su uso ha sido muy popular en el pasado.
Por ejemplo, la madera del enebro (Junipherus oxycedrus) se destilaba para extraer aceite de miera, muy valorado por sus propiedades antisépticas, cicatrizantes y antiparasitarias.