La dehesa de Nimo y las lápidas gremiales en el Esteiro do Tambre
Devesa de Nimo
Antiguamente toda la costa atlántica europea estaba cubierta por un denso robledal que el hombre ha ido eliminando durante siglos de explotación el territorio, por lo que en la actualidad apenas quedan restos del mismo. Una de las muestras más sobresalientes en Europa de este bosque es, sin duda, Las Fragas del Eume, entre la Coruña y Ferrol. Sin embargo en el Esteiro do Tambre, antes de la desembocadura del río, encontramos un pequeño retazo de este bosque que conviene visitar.
Podemos llegar por la antigua carretera Santiago-Noia (AC-543) y a altura del km 27,5 hay una rotonda, en donde giramos en dirección a la autovía Noia-Santiago. Llegamos a otra rotonda en donde cruzamos por debajo de la autovía y seguimos en dirección a Santa María de Roo. Otra opción es coger la salida 27 de la autovía, que nos llevará a la rotonda anterior.En Santa María de Roo veremos unas indicaciones a la casa rural Pesquería del Tambre, situada junto a la central hidroeléctrica, que es a donde tenemos que llegar.
Junto a la central sale un agradable camino, paralelo al río, hacia la Devesa de Nimo. Tras unos minutos de paseo, casi sin darnos cuenta nos veremos rodeados de carballos, abedules, avellanos, laureles, ruscos, fresnos y muchas otras especies que conforman un bosque de una gran diversidad. Aquí la densa cubierta vegetal mantiene una gran humedad durante todo el año, por lo que proliferan musgos y helechos por doquier, en donde se mueven a sus anchas los anfibios. Entre estos destaca la salamandra rabilarga, especies que solo se puede encontrar en el noroeste de la Península Ibérica.
Museo de lápidas gremiales Santa María a Nova
La Iglesia de Santa María a Nova, declarada conjunto histórico artístico nacional, es una recoleta iglesia situada en el centro de Noia de estilo gótico marinero, muy cerca del Esteiro do Tambre.
En su interior hay un interesante museo de lápidas gremiales procedentes de la edad media. Consiste en una gran colección de lápidas o laudas sepulcrales, en donde en lugar del nombre del difunto en la lápida se gravaban dibujos referentes a su oficio u otros aspectos socioeconómicos. A los leñadores se les representa con un hacha, a los pescadores con un pez, etc.
Es considerado el cementerio gremial mejor conservado de la península.